La
inclusión debe entenderse como un proceso dinámico que involucra las distintas
instancias quehaceres humanos y que requiere una coordinación de acciones
continuas y sistemáticas que posibilítenle ajuste progresivo y dinámico entre
ambos polos indisolublemente unidos de la relación: la persona con necesidades
especiales, sus competencias, así como sus limitaciones con las
posibilidades reales y efectivas del medio para satisfacer los requerimientos
integrales de ese individuo para su beneficio y progreso. Cuando hablamos de
una sociedad inclusiva, pensamos en la que valoriza la diversidad humana y
fortalece la aceptación de las diferencias individuales. Es dentro de ella que
aprendemos a convivir, contribuir y construir juntos un mundo de oportunidades
reales (no obligatoriamente iguales) para todos.
Indiscutiblemente,
la inclusión del escolar con autismo plantea un reto que exige compartir
responsabilidades en los subsistemas del sector educativo los padres y
coordinadores de acciones entre las personas involucradas en el proceso.
Semánticamente,
incluir e integrar tienen significados muy parecidos, lo que hace que muchas
personas utilicen estos verbos indistintamente. Sin embargo, en los movimientos
sociales, inclusión e integración representan filosofías totalmente diferentes,
aun cuando tengan objetivos aparentemente iguales, o sea, la inserción de las
personas con discapacidad en la sociedad.
Los
malos entendidos sobre el tema comienzan justamente ahí. Las personas utilizan
el término “inclusión” cuando, en realidad, están pensando en “integración.”
¿Cuáles
son las principales diferencias entre inclusión e integración? El contenido de
las definiciones en el cuadro que sigue es de la autoría de Claudia Werneck,
extraído del primer volumen del Manual
do Midia Legal:
Inclusión: la inserción es total e
incondicional (niños con discapacidad no necesitan “prepararse” para la escuela
regular)
Integración:
la inserción es parcial y condicionada (los niños “se preparan” en escuelas o
clases especiales para poder asistir a escuelas o aulas regulares)
Inclusión:
exige rupturas en los sistemas
Integración:
Pide concesiones a los sistemas
Inclusión:
cambios que benefician a toda y cualquier persona (no se sabe quien “gana” más,
si no que TODAS las personas ganan)
Integración:
Cambios mirando prioritariamente a las personas con discapacidad (consolida la
idea de que ellas “ganan” más)
Inclusión:
exige transformaciones profundas
Integración
se contenta con transformaciones superficiales
Inclusión:
sociedad se adapta para atender las necesidades de las personas con
discapacidad y, con esto, se vuelve más atenta a las necesidades de TODOS
Integración:
las personas con discapacidad se adaptan a las necesidades de los modelos que
ya existen en la sociedad, que hace solamente ajustes.
Inclusión:
defiende el derecho de TODAS las personas, con y sin discapacidad
Integración:
Defiende el derecho de las personas con discapacidad
Inclusión:
trae para dentro de los sistemas los grupos “excluidos” y, paralelamente,
transforma esos sistemas para que se vuelvan de calidad para TODOS
Integración:
Inserta a los sistemas grupos de “excluidos que puedan probar que son aptos”
(sobre este aspecto, las cuotas pueden ser cuestionadas como promotoras de la
inclusión)
Inclusión:
el adjetivo inclusivo es utilizado cuando se busca calidad para TODAS las
personas con o sin discapacidad (escuela inclusiva, trabajo inclusivo,
recreación inclusiva, etc.)
Integración:
El adjetivo integrador es utilizado cuando se busca calidad en las estructuras
que atienden apenas a las personas con discapacidad consideradas aptas (escuela
integradora, empresa integradora, etc.)
Inclusión:
valoriza la invidualidad de las personas con discapacidad (personas con
discapacidad pueden o no ser buenos funcionarios, pueden o no ser cariñosos
etc.)
Integración:
como reflejo del pensamiento integrador, podemos citar la tendencia a tratar a
las personas con discapacidad como un bloque homogéneo (ejemplos: sordos se
concentran mejor; ciegos son excelentes masajistas)
Inclusión:
N quiere disfrazar las limitaciones, porque ellas son reales
Integración:
Tiende a disfrazar las limitaciones para aumentar la posibilidad de inserción
Inclusión:
No se caracteriza apenas por la presencia de las personas con y sin
discapacidad en un mismo ambiente.
Integración:
La simple presencia de las personas con y sin discapacidad en el mismo entorno
tiende a ser suficiente para el uso del adjetivo integrador.
Inclusión:
A partir de la certeza que TODOS somos diferentes, no existen “los especiales”,
“los normales”, “los excepcionales”, lo que existen son personas con
discapacidad.
Integración:
Incentiva a las personas con discapacidad a seguir modelos, no valorizando, por
ejemplo, otras formas de comunicación como la de señas. Seríamos un bloque
mayoritario y homogéneo de personas sin discapacidad rodeadas por los que
presentan discapacidad.
Dentro
de la corriente que se inclina por la integración, la Dirección del Subsistema
Educación Especial (1997), señala que la misma “debe darse paso a paso en
la medida que se hayan cubierto las necesidades particulares del individuo con
autismo, considerándolo como centro de su propio aprendizaje”. En
este sentido y dependiendo de las posibilidades para su integración o no en la
escuela básica, deberán realizarse las adaptaciones curriculares necesarias a
fin de preparar al niño para enfrentar con éxito el proceso.
Para la integración escolar de un
educando con Autismo Paluszny (1997), recomienda:
·
- Establecer
comunicación con el instituto en el cual el educando será integrado,
realizando reuniones entre los padres, el maestro del aula que recibirá
al niño, el docente especialista y los educandos de la nueva institución.
- Realizar las
correlaciones funcionales que requiera el educando entre aquellas
habilidades básicas aprendidas y las que requerirá para integrarse
efectivamente a la institución.
- Proporcionar al
alumno con Autismo, la oportunidad de fortalecer lo aprendido y
relacionarlo con aprendizajes nuevos (Contenidos curriculares).
- Adaptar el material
educativo a las necesidades del niño con autismo
- Diseñar actividades
complementarias para satisfacer las necesidades específicas del alumno
con Autismo dentro de la rutina escolar.
- Promover la
interacción social del alumno con autismo con sus compañeros fuera del
aula.
- Evaluar y revisar
periódicamente el proceso.
- Establecer
jerárquicamente la necesidad de apoyo del alumno con autismo para
brindárselo en la medida que lo requiera.
De
los pasos señalados, destaca la colaboración que deben prestar las personas que
intervienen en el proceso de integración, entre quienes se encuentran los
padres.
Tanto
en el ámbito familiar como en el escolar se deben pensar aquellas estrategias
cotidianas que permitan a las personas con autismo enfrentar y resolver
situaciones, planear cambios, pensar sobre el desarrollo de la propia conducta,
eligiendo y tomando decisiones y evaluando sus consecuencias, para lograr
progresivamente ser protagonistas de su propia realización personal.
PORQUE
SE LIMITA LA INCLUSION:
- DESCONOCIMIENTO (Lleva
al rechazo).
- AUSENCIA DE HERRAMIENTAS
DOCENTES.
- LOGRO POR PARTE DEL
DOCENTE DE LA
COMPRENSION DE LA CONDICIÓN, PREPARACIÓN Y COMPROMISO DE LAS
PERSONAS INVOLUCRADAS.
- GRAN NUMERO DE ALUMNOS
POR AULA.
- LOS PADRES DE OTROS
NIÑOS NO ACEPTAN QUE SUS HIJOS COMPARTAN CON EL NIÑO CON AUTISMO.
LA
INCLUSION DE LAS PERSONAS CON AUTISNO:
- No puede ser entendida
como una acción de integrar por integrar.
- No puede ser utilizada
para garantizar la presencia física del alumno en un aula.
- No puede ser una
carrera de velocidad.
- No puede ser una
estrategia para minimizar una problemática.
La
inclusión por el contrario, debe ser un proceso enriquecedor dentro del
desarrollo integral para la persona con autismo por tal motivo, es
indispensable preparar al sistema educativo para el cambio, utilizando la
estrecha vinculación entre los padres, los docentes y el medio donde se
desenvuelve.
Lic.
Francis Orochena.
Prof.
Endrina Dorante.